Hace unos días me propusieron visitar el Museo de la Moneda y la exposición
temporal de Roberto
Michel, sinceramente iba un poco a la expectativa, pero debido a quien
me animó, de gran confianza, y sabiendo que sus explicaciones iban a ser muy
documentadas, muy didácticas y amenas acepté
la invitación.
No me defraudó, es más me resultó una
exposición muy completa, bien dividida, con interesantes paneles, y además Antonio nos lo hizo ameno, científico y
divertido ,después de dos horas …salí con una visión muy completa de quien era
Roberto Michel y su legado en Madrid.
¡¡Gracias
Antonio !!.
La Real Casa de la Moneda y su Museo rinden
homenaje a Roberto Michel, Primer Escultor de Cámara del Rey Carlos III, con
motivo del Tricentenario de su nacimiento. Su extensa colección privada de
dibujos, academias, bocetos y modelos de esculturas y monumentos por él
proyectados, terminó siendo depositada en el Departamento de Grabado de la Casa
de Moneda de Madrid.
El artista y su obra
Roberto Michel, de origen francés, fue sin duda uno de los más importantes
artífices del panorama artístico español del siglo XVIII. Desarrolló la mayor
parte de su actividad artística al servicio de La Corona española durante el
reinado de los primeros monarcas de la dinastía de Borbón. Trabajó
principalmente en la decoración de los Reales Sitios desde su llegada a Madrid,
reinando Felipe V. Con Fernando VI, su sucesor en el Trono, ocupó el cargo de
Escultor de Cámara del Rey y ya con Carlos III, el de Primer Escultor de Cámara
de la Real Persona llegando, además, a dirigir la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando.Roberto Michel nació en 1720 en la localidad francesa de Le Puy
en Velay, en el Languedoc. Comenzó su formación en el arte de la escultura a
los diez años en París, en el taller del maestro Bonfili, donde se mantuvo por
espacio de seis años, para seguir su aprendizaje más tarde en Lyon y después en
Montpellier con los franceses A. Michel Perrache y Jean B. Dupont.
Posteriormente continuó su preparación en Toulouse con el artista flamenco M.
Luquet quien, según cuenta el historiador y crítico de arte Agustín Ceán
Bermúdez, “le disuadió de su deseo de completar su formación en Roma… y al fin
le persuadió a que le acompañase a la corte de España”.
El interés de Luquet por el viaje a nuestra capital se debía a que en 1738
se habían iniciado las obras de construcción del Palacio Real de Madrid, tras
la destrucción sufrida por el antiguo alcázar en un devastador incendio
ocurrido en la Navidad de 1734. El nuevo conjunto palaciego precisaba del
trabajo de un importante número de artistas pintores, escultores, tallistas y
doradores, para el ornato de sus dependencias y fachadas.
Roberto Michel se trasladó a Madrid el 30 de octubre de 1740 acompañado de
su maestro y a su llegada se presentó ante el Interventor de las obras reales
Jose Pérez, arquitecto de origen murciano, quien le pidió modelar una imagen
del Creador como prueba de sus habilidades en el arte de la escultura. A la
vista de la excelente factura del modelo presentado, el arquitecto le encomendó
la talla de la imagen en madera, de gran tamaño, para situarla en el altar
mayor de la Catedral de Murcia. La obra, hoy desaparecida, posiblemente se
destruyó en el incendio que asoló el templo en 1854. A éste le siguieron otros
encargos, por los que el escultor recibió siempre el halago de los profesores de
las Nobles Artes.
Michel compaginó en los primeros años de su estancia en España sus trabajos
para los palacios reales y para algunos templos en Madrid, con su asistencia
como alumno a los estudios nocturnos de las Bellas Artes.
A comienzos de 1757 Roberto Michel solicitó a Fernando VI una plaza de Escultor de Cámara, a cuya petición acompañaba una relación de todas las obras que había ya realizado para los Reales Sitios. Le fue otorgado el nombramiento el 6 de marzo del mismo año, recibiendo por ello un sueldo de 9.000 reales de vellón. Posteriormente, el 29 de septiembre de 1775 ocupó la plaza de “Primer Escultor de Cámara del rey Carlos III”, siendo el único extranjero que ocupó este cargo.
Roberto Michel realiza a lo largo de su
trayectoria artística un buen número de "academias" que constituyen
para él un continuo ejercicio de experimentación y perfeccionamiento en el arte
del dibujo. Se trata de auténticos estudios de anatomía en los que representa
la figura humana con un gran virtuosismo. Son en su mayor parte desnudos
masculinos que plasma en diferentes actitudes, ya sea en reposo o en
movimiento, en los que muestra un dominio total de la proporción y un moldeado
de la musculatura, efecto que consigue con un perfecto sombreado y unos trazos
muy precisos. La técnica empleada principalmente es la sanguina, aunque también
utiliza la tinta o el grafito, a veces iluminado este último con clarión para
realzar el volumen.
Algunos de sus dibujos son copias de
esculturas existentes en las colecciones reales, que Michel refleja desde
distintas perspectivas, mostrando una gran capacidad de observación. Toma como
modelo los vaciados en yeso que de ellas poseía la Real Academia de San
Fernando, para enseñanza de los alumnos. Tal es el caso del Discóforo, el Hermafrodita dormido o,
la Venus de la Concha, entre otros.
Estas salas me entusiasmó, por su gran conocimiento de cuerpo humano.
De lo religioso
Son numerosas las esculturas y relieves que creó Roberto Michel para algunos establecimientos religiosos de la Capital y de otros lugares de nuestra Península, en su mayor parte bajo el patrocinio Real.
En Madrid, para la Iglesia de San José, labró dos imágenes de la Virgen del
Carmen y un conjunto dedicado a la Apoteosis de San Hermenegildo. Las figuras
de la Esperanza y la Caridad, en el exterior de la Basílica Pontificia de San Miguel,
además de algunos ángeles de estuco en su interior: Decoración de querubines
que repitió igualmente en la Iglesia de San Marcos y en el Real Monasterio de
La Encarnación. Las imágenes de San José y de San Francisco de Borja, para el
Real Convento de las Comendadoras de Santiago. En la Catedral de la Almudena se
encuentra una talla de San Juan Bautista.
Su huella en los
Reales Sitios
Gran parte de la actividad artística de Roberto Michel como Escultor del
Rey, se centra en el embellecimiento de los Palacios Reales, principalmente el
de Madrid. Suyo es el león de la escalera principal del Palacio Real de Madrid,
además del dibujo y modelado de la figura del rey Carlos III, vestido a la
romana, cuya obra final se debe a su hermano Pedro. De ellas el Museo Casa de
la Moneda cuenta con los modelos que ideó Roberto Michel. Labró el escultor,
además, otras figuras y relieves en piedra, mármol y bronce para el ornato
exterior e interior del Palacio.
Fue Roberto Michel uno de los artistas elegidos para esculpir, en mármol de
Badajoz, dos de los más de cuarenta relieves que iban a decorar la galería
principal del Palacio Real de Madrid. Labró "El martirio de Santa
Eulalia" y "San lldefonso y Santa Leocadia", obras ambas de una
excelente factura que, actualmente, forman parte de las colecciones del Museo
Nacional del Prado y se pueden contemplar en la exposición.
Modeló también el escultor gran parte de las figuras de estuco que decoran
las principales salas de los Reales Sitios de Madrid y El Pardo, cuya ampliación
estaba llevando a cabo el arquitecto real Francisco Sabatini, por orden de
Carlos III. En ellos aparecen héroes y dioses clásicos, niños, escudos reales y
alegorías de las virtudes, de los ríos y de las estaciones del año. En las
Reales Capillas de los palacios representó querubines, famas y otros motivos
religiosos. Para la Real Colegiata de La Granja de San lldefonso esculpió,
además, dos pilas de agua bendita.
Retratos reales
Por deseo del rey Carlos III, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
convocó en 1778 un concurso para erigir un monumento ecuestre de Felipe V en
Madrid. La propuesta se dirigió a los Directores y Tenientes de Escultura de la
Institución. Las bases indicaban que los artistas elegidos debían presentar un
modelo de cuatro pies de alto, en barro cocido o vaciado en yeso.
Roberto Michel modeló un conjunto en escayola en el que el Monarca aparece
representado a modo de emperador romano, majestuoso, montado sobre un caballo
que camina al paso. El monumento no llegó a realizarse, pero la Real Academia
de San Fernando conserva la citada figura y el Museo Casa de la Moneda un
dibujo ecuestre del Monarca y una maqueta del conjunto escultórico, junto a
algunos bocetos preparatorios. Se le atribuye otra maqueta similar representando
al rey Fernando VI.
Asimismo, por encargo de la "Real Sociedad Bascongada de Amigos del País", labró en 1785 un busto de Carlos III, en mármol blanco. En él representa al Soberano tocado con peluca y vestido con un manto sujeto por un clípeo. Sobre su pecho, luce la gran cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y el Toisón de Oro.
Cuando Carlos III llega a Madrid en 1759, la capital del Reino era una
ciudad insalubre, insegura y falta de iluminación, por ello uno de los primeros
proyectos del Monarca fue el diseño de un programa de reformas urbanísticas que
incluían la limpieza y el empedrado de sus calles, la instalación de farolas y
la construcción de una red de alcantarillado. Además, se diseñó un plan de
ensanche del centro de la villa, con amplias avenidas, plazas y nuevos
edificios y monumentos públicos. Reformas todas ellas por las que se ha
calificado históricamente al Soberano como "El Mejor Alcalde de
Madrid".
Roberto Michel colaboró con el arquitecto regio Francesco Sabatini en la
decoración escultórica de la sede de la Real Aduana, actual Ministerio de
Hacienda. Para su fachada modeló el escudo con las Armas Reales, sujeto por un
león y a los lados dos figuras femeninas de Famas, además de cuatro ménsulas
que sostienen el balcón y tres cabezas de león, sobre las claves de los arcos
de entrada.
Realizó igualmente para el lado oeste de la Puerta de Alcalá, el que mira a
La Cibeles, con proyecto también de Sabatini, seis trofeos militares, los capiteles
de los pilares y columnas, dos cornucopias y de nuevo tres cabezas de león,
figura esta última que también esculpe para una de las sobrepuertas del Palacio
Real de Madrid y en la Puerta de San Vicente.
Para la fuente de La Cibeles, diseñada por el también arquitecto real
Ventura Rodríguez, modeló los dos briosos leones que tiran del carro de la
Diosa y los niños tritón con delfín que rematan dos de las fuentes del Salón
del Prado, frente al Museo.
A partir de ahora cuando veo esos rizos, esos angelotes o esos leones me acordaré de quien apoyó a Carlos III para diseñar un programa de reforma urbanística de Madrid.
https://www.museocasadelamoneda.es/exposiciones-temporales/roberto-michel
LOCALIZACIÓN E INFORMACIÓN:
Museo de la Moneda. Calle Doctor Esquerdo.
Metro. O`Donell línea 6,
Principe de Vergara línea 2, pero hay que andar más de 10 minutos. Y Goya línea
2 y 4.
Buses:2,28,30,56,71,143, y el circular
Hasta el 29 de noviembre. Probablemente ampliada hasta enero. Entrada
gratuita.
Cumple con todas las medidas de seguridad del covid.
Debo de comentar que estando allí se me perdieron las llaves, todo el
personal se volcó para que las
encontrase. Gracias a todos.
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