PARA ELLOS
A los que
estaban y ya no están.
A los que eran
y ya no son.
A los que
luchaban y ya no luchan.
A los que
creyeron y ya no creen.
A las ciudades,
lugares pueblos,personas…..que tuvieron ideales, que lucharon por sus alegrías , por sus triunfos y rieron
con sus vecinos y familiares.
Que lograron
ser, estar, procrear, amar, reír, llorar, culpar, negar, luchar,sobrevivir…. En
una palabra VIVIR.
Ya no lloran,
ríen, ni luchan….
Ya viven de su
olor al pasado, de sus fantasmas, de lo que fueron, de leyendas….
“ Es imposible
borrar de la mente lo que ha sido tatuado en el alma”.
Hablaremos de
esos pueblos que fueron y ya no son, pero merecen nuestro respeto ,nuestro
cariño y nuestra visita.
FRESNO DE TOROTE
A Fresno de Torote se llega por la M-113 que
sale desde Daganzo de Arriba, fue una
sorpresa encontrarme de repente en el pueblo,la carretera lo divide en dos,
dejando en la parte derecha la plaza
central del pueblo y su iglesia, nada más llegar y aparcar en
la plaza de España, el silencio que se siente en toda la localidad es abrumador
y tan solo se rompe con algunos coches que recorren esta carretera para ir a
las urbanizaciones cercanas.
La
mayoría de las casas del pueblo están abandonadas, muchas de ellas tienen rejas que dejan ver
los resquicios de un auge de vida, otras tienen las puertas y ventanas tapiadas
para que no se acceda a su interior y en la plaza central de Fresno de Torote
aún hay alguien habitando una casa, o es lo que parece porque está en muy
buenas condiciones, reformada y con coche en la puerta.
Aunque abandonado, todo pueblo tiene su
iglesia, y aunque esta no esté en servicio, ahí permanece dando
la bienvenida a los visitantes, La iglesia de San Esteban está
actualmente en restauración, fue vendida al Obispado de Madrid para tal
efecto, allí se encontraron restos del sarcófago donde yacía Juan Hurtado de
Mendoza, uno de los dueños de Fresno de Torote en el siglo XVI
y descendiente del fundador del pueblo el Marqués de Santillana,
durante el siglo XV.
La iglesia de San Esteban en Fresno de Torote destaca por su construcción en ladrillo y mampostería de piedra, el edificio data de finales del siglo XVI siguiendo los cánones de la arquitectura mudéjar, como os decía, lleva unos años en proceso de restauración, la fachada está muy bien acabada y el interior es inaccesible para el público, es el edificio que predomina sobre los demás en la localidad.
https://www.fotonazos.es/2011/02/pueblos-abandonados-fresno-de-torote/
NAVALQUEJIDO
La pequeña comunidad de
Navalquejigo, a la vera de una iglesia medieval, está compuesta por algo más de
50 habitantes . En un ambiente plácido y sencillo, los habitantes no ansían las
posesiones y pelean por permanecer en el tiempo a sabiendas de las dificultades
que la sociedad moderna les presenta.
Si el entorno acompaña o no
a Navalquejigo es algo que sólo se imprime sobre sus
habitantes. Custodiado a un lado y al otro por El Escorial y Galapagar, se
sitúa cercado por la naturaleza y el campo. Algunos caseríos alejados y el
complejo residencial de chalés de Los Arroyos delimitan casi
de forma simbólica el 'término municipal' de la peculiar aldea.
Un camino de tierra de unos tres metros separa las últimas casas de Los Arroyos
del buzón de madera que da la bienvenida a Navalquejigo. Alejándose de la
avenida principal que accede a las urbanizaciones, una callejuela de
asfalto se acaba posponiendo a la tierra y a un camino arenoso. Allí nos
topamos con las primeras caravanas acampadas, todas tras el resguardo de
un muro circular hecho de piedra. Enseguida, asoman tímidamente las casas de la
aldea y un discreto espacio que actúa como plaza, el núcleo de la comunidad
La existencia de la pequeña localidad se
remonta al siglo II antes de Cristo pero no sería pueblo hasta
que unos segovianos lo fundaron en el siglo XI. Ya
en 1748 contaba con 73 habitantes y recursos como una cárcel
picota, una horca, un mesón y una herrería.
Desde sus comienzos, este asentamiento tuvo que enfrentarse a las
condiciones de su entorno y, como el pez grande que se come al pequeño, la
proximidad a localidades como El Escorial, Galapagar y, en menor medida, la
propia capital, no solo frenaron el crecimiento de la aldea, sino que lo
redujeron hasta morir varios siglos después.
El año de su 'defunción' fue 1989.
Casi una década después, un grupo de jóvenes decidió instalarse allí y
acabar con el abandono. Reactivaron la vida del pueblo, ahora okupa, y llevaron
a cabo labores de reforma. Construyeron casas a partir de las viejas
ruinas, cultivaron huertos y conservaron con sus escasos medios la iglesia de
la aldea de origen medieval. Gracias a ella, la zona cuenta desde 2006 con
una declaración de Bien de Interés Cultural.
Donde unos años atrás hubo un Ayuntamiento derruido, ahora se alza una casa
con diseño esférico y de color beige; los habitantes la construyeron a
base de adobe frente la picota central alzada en la plaza del pueblo. Al otro
lado, también cuentan con una casa habilitada para uso común donde los
miembros de la comunidad pasan el rato "porque en los días de calor
se está fresquito".
Hay casas divididas por la mitad y donde
vive más de una persona. No es un secreto que tal vez, en un futuro, haga falta
construir más habitáculos. Son muchos los que en los últimos años han ido
apareciendo por el pueblo afectados por diferentes circunstancias, como
los desahucios.
Fuimos un sábado, estaba desierto,
paseamos, nadie nos dijo nada,
disfrutamos de ese trozo de silencio de oasis en mitad de tanta
urbanización y jaleo.
En su día alguien la construyó con ilusión y le cantó una nana a ese niño que la necesitaba para dormir,pero todo queda en el olvido, o en la mente de quien la escuchó.
https://www.madridiario.es/459766/navalquejigo-el-lugar-que-okupa-la-sencillez
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El ALAMÍN
Este pueblo pertenece al municipio de Villa del Prado y cuenta
con alrededor de 40 casas completamente abandonadas que fueron
adquiridas por una empresa dedicada al alojamiento rural con el fin de
rehabilitarlas y darles uso. Sobre este pueblo se dice que en él se producen
fenómenos paranormales, y no pocos visitantes acuden a él en busca de este tipo
de experiencias, aunque, al tratarse de una propiedad privada, para hacerlo
deben burlar las medidas de seguridad. De él se conserva, además de las
viviendas, un convento, una iglesia y un bar.
Cuando llegamos no pudimos pasear entre sus casas, entre su pasado, había
una verja….
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LAS BELLIDAS
Este pueblo ubicado en el municipio de Piñuécar, cercano al Valle de Lozoya, se encuentra abandonado desde 1936, cuando solo quedaba una persona viviendo en él. Casas derruidas y algunos muros es todo lo que queda de este espacio, que cuenta con todos los elementos del prototipo absoluto de pueblo abandonado: la vegetación se ha convertido en la protagonista y ha ganado terreno a sus construcciones, creando un paisaje rural que atrae a muchos visitantes en busca de un espacio de completo abandono en el sentido más romántico de la palabra.
Si tuviéramos
que definir esta ruta por la Sierra Norte de Madrid, sin duda esa sería la
palabra que utilizaríamos. Partiendo desde la bonita localidad de Piñuécar, se
trata de un recorrido que se hace en un par de horas y que os permitirá visitar
tanto un pueblo abandonado como los restos de una bonita iglesia, así como
conocer la vegetación y las tradiciones propias de esa zona de las montañas
madrileñas.
En el ayuntamiento un administrativo muy simpático nos
explicó la ruta, su vegetación, donde había que girar…
El recorrido que os proponemos arranca desde el corazón de Piñuécar. Este no
es otro que la Iglesia de San Simón Apostol, uno de los templos más bonitos de
toda la serranía madrileña, donde al volver nos esperaban las cigüeñas, nos sentamos en un escalón y disfrutamos de su vuelo, de su lenguaje, creo que se dieron cuenta e hicieron una exhibición para recrearnos.
Desde ahí, hay que abandonar el pueblo en dirección a
la Calle Alta, dejando atrás las escasas construcciones que a día de hoy
componen Piñuécar.
Ni siquiera entre semana hay bares abiertos.
El primer kilómetro y medio de la ruta se hace entre
diferentes cercados de piedra, tras los cuales vimos robles y fresnos. Bajo
ellos, en cualquier época del año, lo normal sería ver pastando al ganado con
el que los paisanos se ganan el pan incluso en pleno siglo XXI.
Tras llegar a una especie de cruce, hay que ir a mano
derecha. Pronto veréis una casa de piedra: es el momento de detenerse y girar a
la derecha.
Nosotros nos pasamos, pero se retrocede por el mismo
camino, y sin problema.Llegamos al pueblo abandonado, sus carteles
informativos, su única casa en pie, los arbustos altos que cierran los caminos
y lo que fueron en su momento sus calles
y su vida…..
En sus mejores tiempos llegó a albergar ni más ni menos
que a 11 familias, aunque lamentablemente las crónicas hablan de dos o tres en
la mayor parte de sus menciones. Eso sí, consiguieron aguantar hasta mitad del
siglo XX, cuando falleció el último habitante del pueblo.
El último tramo consiste básicamente en volver al
pueblo, recorriendo de vuelta ese kilómetro y medio entre cercados de piedra
del que os hablábamos al principio.
Dimos las gracias al funcionario del ayuntamiento que nos informo con agrado y simpatía.
Aquí empezamos la ruta, en este reloj tan singular del pueblo de Piñuecar.
https://www.llegarsinavisar.com/ruta-al-despoblado-de-bellidas-y-la-espadana-de-santo-domingo-pinuecar/
PARA ELLA, MI MADRE QUE SIEMPRE LE HAN GUSTADO ESTOS REPORTAJES.