Esta entrada va dedicada a todos los que este verano vamos
a disfrutar de Madrid.
Haremos un paseo histórico por el Retiro, por sus
fuentes,por sus monumentos,por el palacio del cristal, el lago
grande, el monumento al diablo, al ángel caido, por la rosaleda,por la cantidad
de sus puertas, por el por qué de su nombre, por esos gorriones y palomas que
se dejan fotografiar…
Y veremos como todos nosotros a su medida disfrutamos de sus rincones, de sus sombras……
Las 6 fotos del lago grande
De esos
árboles que se entrecruzan para que el
sol no nos agote y que ha servido de
inspiración a cantidad de escritores, Rubén Dario, A. Machado, Cervantes, Cernuda,Alberti,Miguel
Hernández....
Y
esa gotitas revoltosas que sin querer nos salpican, que nos hacen sonreír y cantan
y bailan alegremente , son gemas , diamantes tesoros sin parar….Y esos
sonidos que nos esperan para pensar que
no estamos en el centro de Madrid si no
imbuidos de naturaleza …..
Y de esos gorriones que nos rodean y esperamos y observamos esos baberos y antifaces para descubrir si son machos o hembras.
La paloma fotogénica en el lago grande.
Las
118 hectáreas de El Buen Retiro o popularmente El Retiro han sido
para mí preocupación de estudio desde siempre.
El parque de El Retiro está protegido desde 1935, año en el que el
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de la Segunda República procedió a su
declaración como jardín histórico.
Está
situado en el distrito del Retiro.Se encuentra delimitado al norte por las
calles de Alcalá y O ‘Donnell ,al sur
por la del poeta Esteban Villegas al oeste por la calle Alfonso XII y al este
por la avenida de Menéndez Pelayo.
Llama
la atención la gran cantidad de puertas cada una con un forjado singular y diferente :
destacamos la Puerta de la
Independencia, la más conocida y la
puerta del ángel caído, la última en construirse. En cada una explica su
horario de apertura tanto en invierno como en verano.
Hubo una temporada que sus puertas permanecían abiertas las 24 horas del día.
Paseo de las estatuas.Estatua monumento a Fray Luis de León, homenaje al lenguaje de signos.
Monumento a los hermanos Álvarez Quintero.
UN
POCO DE
Todo
comienza cuando los monjes Jerónimos trasladan el monasterio de Santa María del
Paso hasta las afueras de la capital en los que se le dio por llamar Monasterio
de los Jerónimos, era una zona tranquila con condiciones saludables, arroyos,
fuentes, huertas…
Felipe II es jurado Príncipe de Asturias en esta iglesia y a partir de este momento queda asociado para el resto de sus días con todos los actos importantes de la monarquía y por eso se decide construir un espacio anexo a la iglesia para que los reyes pudieran relajarse, “retirarse” ,antes o después de las ceremonias, en momentos de reflexión como la Cuaresma o ante cualquier circunstancia triste de sus vidas.
Las obras del parque se desarrollan entre 1630 y 1631, tenía como base y modelo algo parecido al posterior Palacio de Versalles y su función era única y exclusivamente para el disfrute de los Austrias.
Por tanto, más que una estructura organizada y bien distribuida, el Retiro
primigenio no fue más que un pastiche o mezcla de edificios de diferentes
arquitectos, materiales, estilos y épocas, sin ninguna relación entre sí y que
dificultaban incluso el tránsito de uno a otro.
El proyecto inicial
nunca se respetó y a la muerte del arquitecto Giovanni Bautista Crescenzi se
produjeron las consecuencias inevitables: una falta total de coherencia y
homogeneidad en los edificios y una descoordinación entre las diferentes
construcciones.
Si a esto le sumamos los continuos caprichos, modificaciones y ocurrencias
de Felipe IV, ya tenemos el resultado obvio. En muchas ocasiones, cuando se
concluía un edificio, el rey llegaba con una nueva idea para éste, con lo que
había que derribarlo y volver a hacerlo con una función, una estética y una
orientación totalmente diferente, según lo ordenaba el Rey.
De esto tomaron buena nota los embajadores y viajeros extranjeros, que, obviamente, comparándolo con otros palacios europeos, se daban cuenta enseguida de la incongruencia de dicha construcción. Y lo que más llamaba la atención, el colmo del mal gusto, era una jaula con aves exóticas propiedad de la alcaldesa perpetua del Retiro, ni más ni menos que la esposa del Conde Duque de Olivares. Así pues, en las Cortes europeas se empezó a llamar a modo de chanza a nuestro Retiro como “La Pajarera” o “El Gallinero”, nombre apropiado a todas luces ante tal guirigay.
Felipe IV era un gran amante del arte, del teatro y de todo tipo de diversiones,
así que en su tiempo se organizaban grandes fiestas: Representaciones
teatrales, corridas de toros, hasta batallas navales en el lago grande.
Como anécdota curiosa podemos contar que en sus fiestas uno de sus
pasatiempos era esconder en un lugar secreto un tesoro compuesto de monedas de
oro para los hombres y joyas para las mujeres.Los invitados reales entre risas,
bromas y encuentros amorosos se dedicaban a su búsqueda. Una noche el tesoro
era mayor que nunca, se escondió de tal forma que no se encontró, y dio la
casualidad que quien lo escondió murió repentinamente.
Más de 100 años después cuando se construyó la fuente egipcia se creó la
leyenda de que el tesoro estaba dentro de la fuente .Hay algunos que aseguran
que el tesoro cambia de lugar misteriosamente y que por eso no se encuentra
nunca.
Por otro lado, no era público ni de entrada libre, ya que pertenecía en
propiedad a los Reyes de España, y solo ellos y sus muy allegados consejeros
nobles podían disfrutarlos.
SUS PUERTAS
Desde la anterior Puerta del Ángel Caído, nos dirigiremos hacia el norte (es decir, dejando El Retiro a nuestra derecha) unos 300 metros por la Calle de Alfonso XII; allí tenemos la siguiente entrada: la Puerta de Murillo. Al igual que otras puertas que veremos a lo largo de la página, se trata de una entrada que podríamos denominar de servicio, formada simplemente por un enrejado y que da paso a La Chopera, zona llamada así por los chopos que hay a su alrededor y que, en la actualidad, acoge instalaciones deportivas municipales.
De nuevo, unos 300 metros más adelante, y siguiendo siempre por la Calle de Alfonso XII, tenemos una de las puertas más importantes en lo que a diseño e historia se refiere: la Puerta de Felipe IV o de Mariana de Neoburgo. Su construcción data de 1680 de la mano de Melchor de Bueras y adornos de Pedro de Landa, y sirvió de arco de entrada a la primera esposa de Carlos II, María Luisa de Orleáns. Posteriormente, en 1690, se añadieron las esculturas de los laterales del arco, que corresponden uno a Marte y otro a Penélope, así como una Fortuna en el arco, obra de Pedro Mentinoves, hoy desaparecida. Fue en ese año cuando hizo su entrada Mariana de Neoburgo, segunda esposa de Carlos II, y se incluyó en la puerta una inscripción con su nombre y el año. En su origen, la puerta se ubicó en la que hoy es la Plaza de Cánovas del Castillo (Fuente de Neptuno), ya que en aquella época El Retiro llegaba hasta esa zona. A mediados del siglo XIX, fue portada de la desaparecida Ermita de San Juan, adosada al antiguo palacio y en cuyo solar se alza el Palacio de Comunicaciones, sede hoy del Ayuntamiento de Madrid. En 1922, se instaló en su actual ubicación, frente al Casón del Buen Retiro y dando acceso al Parterre del parque.
A continuación, a unos escasos 200 metros, está la Puerta de España, dando paso al Paseo de Argentina, más conocido como Paseo de las Estatuas, lugar que antes ocupaba la Plaza Grande del antiguo palacio. Obra de José Urioste, se terminó en el año 1893. Está formada por cuatro columnas y varias entradas de puertas enrejadas que dan acceso al parque. Sobre el arco de la puerta principal, podemos ver el escudo republicano1, imagen que podremos encontrar más adelante en la Puerta de América. Además, cabe destacar la placa, por primera vez puesta en dicho año, que hace mención del nuevo nombre que se le dio a los jardines: Parque de Madrid. Si entramos por ella, sólo tendremos que seguir recto por el Paseo de las Estatuas para llegar al Estanque.
Continuemos hasta el final de la Calle de Alfonso XII hasta llegar a la esquina de la Calle de Alcalá, en el lateral Norte de El Retiro. En sus 700 metros, nos encontraremos con estas puertas: Independencia, Hernani, Lagasca, Madrid y O'Donnell.
A unos 400 metros de la anterior,
abandonamos la Calle de Alfonso XII y llegamos a la Puerta de la
Independencia, en la Plaza del mismo nombre, frente a la Puerta de Alcalá. Se instaló en
el año 1885, de la mano del mismo arquitecto de la recién descrita Puerta de España, José Urioste quien reutilizó para
esta obra la puerta del jardín romántico "Casino de la Reina", en la
Ronda de Embajadores. Tiene dos grupos de columnas de estilo dórico sobre las que descansan sendos amorcillos.
La más conocida y más concurrida.
Una vez llegados a esta esquina del
parque, giraremos para tomar la Calle de Alcalá en dirección a la Calle
O'Donnell, siempre, una vez más, dejando El Retiro a nuestra derecha. A unos
200 metros de última puerta, nos encontramos la Puerta de Hernani, que da paso al Paseo
Salón del Estanque. Fue realizada en hierro en el año 1888 y sustituida en el
siglo XX por la que vemos ahora. Nada más entrar, vemos el paseo con dos hermosas
fuentes, mientras que, a un lado de la puerta, tenemos un paso subterráneo que
nos permite cruzar bajo tierra la Calle de Alcalá y salir a la Calle Lagasca.
Se baraja la posibilidad de que el origen de su nombre se deba a su
localización, al lado de la Calle O'Donnell, y al hecho de que se encuentre
cerca de la estatua a caballo del General Espartero, ambos personajes muy
vinculados a la "Sublevación de Hernani"
Enfrente está la casa árabe que en verano podemos disfrutad de sus exposiciones de fotografía.
Unos 30 metros más adelante llegamos a la Puerta de Lagasca, enfrente de la calle del mismo nombre. Normalmente siempre la hemos visto cerrada, puede que esté en desuso o sea una puerta de servicio del parque.
Desde la Puerta de Lagasca, seguiremos 400 metros hacia adelante siempre dejando a nuestra derecha el parque; veremos, entonces, que la calle se divide en dos; llegados a ese punto, tomaremos la Calle O'Donnell, dejando a nuestra izquierda la Calle de Alcalá. Ahí tenemos la Puerta de Madrid, una de las entradas, junto a la Puerta del Ángel Caído, que dan acceso al Paseo del Duque Fernán Núñez, más conocido este tramo como Paseo de Carruajes. Fue diseñada por el ya nombrado José Urioste en el último tercio del siglo XIX.
Paseo de Coches,donde se han puesto exposiciones de fotografías y las casetas de la feria del libro.
Si seguimos los 200 metros que nos separan hasta la esquina del cruce de la Calle O'Donnell con la Avenida de Menéndez Pelayo, llegamos a la Puerta de O'Donnell. Al entrar por ella, veremos la Montaña Artificial y tendremos cerca la Casita del Pescador.
Para llegar hasta la Puerta de la América
Española, situada a unos 200 metros de la anterior de "O'Donnell",
debemos de tomar hacia el Sur la Avenida de Menéndez Pelayo, dejando a nuestra
derecha El Retiro.
Al llegar hasta la puerta, veremos en su parte superior el escudo republicano y la inscripción "Al Ayuntamiento de 1932 que acordó su apertura, los vecinos del barrio". Una vez que la crucemos, estaremos en el Paseo de Colombia y, desde él, entre otros recorridos, podremos visitar la ruina de la Ermita de San Pelayo y de San Isidoro.
La casita del pescador.La ermita románica de San Pelayo y San Isidoro.
Seguimos caminando otros 200 metros
hacia el Sur y llegamos a la Puerta de la Reina Mercedes. Situada frente a la
Calle de Ibiza, por ella entramos al Paseo de Panamá, que podemos recorrer
hasta la Plaza de Guatemala; allí, continuamos por el Paseo de Chile y
llegaremos al Monumento a Alfonso XII, tras el que tenemos el Estanque del
Retiro.
La Reina María de las Mercedes, nacida el 24 de junio de 1860, ocupó el
trono de España como reina consorte desde su matrimonio con Alfonso XII, el 23
de enero de 1878, hasta su fallecimiento, cinco meses después, el 27 de junio
de 1878. Durante su corto reinado, entusiasmada con la idea de construir un
templo de la importancia adecuada para Virgen de la Almudena, cedió los
terrenos donde hoy se levanta la Catedral madrileña. Desde el año 2000, es allí
donde está enterrada, como había sido el deseo de Alfonso XII.
Generalmente es la puerta donde entro y empieza mi aventura dentro de El Retiro.
Unos 100 metros más hacia el Sur,
llegamos a la Puerta
de Sainz de Baranda, frente a la calle del mismo nombre.
La anteriormente llamada Calle del Límite recibió el nombre de Alcalde Sainz de Baranda en recuerdo de Don Pedro Sáinz de Baranda, primer alcalde constitucional de Madrid (anteriormente tenían el nombre de Corregidores) tras la proclamación de la Constitución de 1812
La Puerta del Doce de
Octubre, enfrente de la calle de igual nombre, es una de las entradas a los
Jardines de Cecilio Rodríguez.
Cecilio Rodríguez Cuevas (1865-1953), natural de Valladolid, entró como aprendiz de jardinero en el Ayuntamiento de Madrid con 8 años y terminó su vida profesional como Director del Departamento de Parques y Jardines del mismo Consistorio. En 1914, fue nombrado Jardinero Mayor del Retiro, siendo una de sus mejores obras la Rosaleda del parque.
A 100 metros, enfrente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, tenemos la Puerta de Herrero Palacios. Por ella, entramos a la zona donde se encuentran los Jardines de Cecilio Rodríguez y es la más cercana al Palacio de Cristal. El arquitecto Don Manuel Herrero Palacios fue Director de Parques y Jardines Municipales en los años 60 del pasado siglo XX.
Si seguimos otros 300 metros hacia el sur por la Avenida de Menéndez Pelayo, llegamos a la Puerta de Granada. Por ella, podemos acceder al Paseo de Uruguay dentro de El Retiro y llegar por éste a la Rosaleda y a la Fuente del Ángel Caído. Esta puerta fue una de las últimas en instalarse y costó unos 32 millones de pesetas en el año 1999.
Unos 100 metros más hacia el Sur, tenemos la Puerta del Niño Jesús frente a la Plaza del mismo nombre, por la que entramos al Paseo del Duque Fernán Núñez que nos lleva hasta a Rosaleda. Antes de llegar a ella, hay un antiguo edificio de 1850 con forma de torreón llamado Castillete Metereológico en el que está previsto instalar el Museo de Metereología. En él, estuvo instalado el primer telégrafo óptico dependiente del Observatorio Astronómico.
Desde la Puerta
del Niño Jesús, giramos ligeramente a la derecha; siguiendo el
enrejado del parque y a unos 300 metros, llegamos a la Puerta de Dante, dedicada, como su
nombre bien indica, a Dante Alighieri, escritor, entre otras obras, de la
conocida Divina Comedia.
Cabe mencionar que, en la esquina de la Calle Menéndez Pelayo con Esteban Villegas, había una entrada desde el año 1935 que tenía el nombre de Puerta del Pacífico ya que abría el parque directamente a este barrio madrileño. Sin embargo, esta puerta fue cerrada tras las reformas llevadas a cabo en la Puerta de Dante.
Por fin llegamos a la Puerta de Mariano de Cavia, situada en la esquina de la Avenida Menéndez Pelayo con la Calle Esteban de Villegas. Ésta será la última de nuestro recorrido y dista unos 200 metros de la anterior; la distancia total recorrida de puerta a puerta ha sido de unos 3,5 km.
Algunas de ellas.Esta es la más conocida la de la Plaza de la Independencia,puerta de la Independencia..
https://www.unaventanadesdemadrid.com/retiro-puertas-y-entradas.html
La rosaleda, sus rosas, su colorido.....
El verano con su
variedad de colores y ese suelo que cruje a nuestros pies es a mi gusto la
mejor época de recorrerlo y recordar la historia del parque de El Buen Retiro o parque de Madrid. NUESTRO
CORAZÓN VERDE.
Seguiremos con
los Borbones,en otro momento,de la última escultura de El Retiro realizada por
una mujer, del parque del recuerdo, del antiguo zoo y su transformación y la historia con sus
esclavos del palacio de Cristal.
BUEN VERANO Y QUE
DISFRUTEÍS DE NUESTRO MADRID, DEL MADRID DE TODOS.