Comienza el 2023 y buscaré una nueva aventura, el riesgo y la razón de vivir, una nueva puerta.
Cerraré todas las puertas del 2022 con la impotencia de
esas miradas pidiendo socorro, de esas manos con cicatrices del tiempo, de
despedida, de esos sonidos infernales, de esos colores chillones, de esas
palabras llenas de dureza….
La vida es una sensación de puertas abiertas, de sorpresas,
que debemos atrevernos a traspasar sin llegar al final nunca.
Abro una puerta y la pruebo y buscaré otros sonidos, otros
colores, otras dimensiones y jugaré con la luz, el contraste y la mirada.
Me voy a mi refugio y visitaré ese lugar donde todas las estaciones tocan a magia.
QUINTA
DEL DUQUE DEL ARCO
Mas conocida como Quinta de El Pardo, está muy bien comunicado a 3 km del barrio de El Pardo, y dos autobuses desde Madrid 601,602.
Su horario es el siguiente:
En pleno monte de El Pardo.
Empezaremos con un poco de su historia y después disfrutaremos de sus bosques,
cascadas, jardines,de sus vistas, de su cuidado, de sonidos diferentes…..
El duque de arco Alonso Manrique de Lara compra el palacete
en 1717, entonces Quinta de Valderodrigo, era montero del rey Felipe IV, y
alcalde del pueblo de El Pardo.
Tras su muerte su mujer lo dona al rey y a su mujer Isabel
de Farnesio.
Fue lugar de recreo a las afueras de
Madrid de los diferentes reyes.
En la segunda mitad de la década de
1920, fue utilizada por el príncipe de Asturias don Alfonso como finca de recreo y para la práctica de la agronomía, a la que el
príncipe era muy aficionado.
En 1930 fue residencia de Manuel Azaña, aquí le sorprendió
el golpe de estado 1936. En 1935 fue declarado Monumento Nacional.
El palacete no se puede visitar, los jardines sí.
La mayor parte de su terreno son olivos
en la zona alta,mientras en los terrenos bajos de regadío había 926 frutales de
diferentes especies que se han vuelto a introducir dentro de la restauración.
Lo más característico de este jardín es
que está construido en un terreno con una cuesta muy pronunciada que consigue
salvar gracias a una sucesión de cuatro terrazas divididas por altos muros de
contención y comunicadas por rampas y escaleras.
Su paseo, respetando los caminos y
escuchando diferentes clases de aves, como la abubilla común con su sonido
característico, que jugaba conmigo de árbol en árbol para que no la fotografiara.
¡Al final lo hice!
Parece que tiempo se para.
Juego
con la luz, los contrastes, la mirada.
Cada plano de terraza está ajardinado
con parterres al estilo francés y respeta la perspectiva y el punto de fuga a
la manera francesa, sin embargo, al contrario de los jardines franceses, al
final del punto de fuga de la perspectiva principal no encontramos el palacio
sino una gruta, desde el que se contemplan los jardines y parte de la
explotación agrícola. Los elementos decorativos como la gran cascada de
mascarones, la exedra, el muro de hornacinas, el estanque superior y la gruta
artificial nos recuerdan en parte a elementos franceses, pero también al jardín
del pleno renacimiento italiano.
Es esta mezcla de estilos, francés en su
diseño y composición, italiano en sus elementos decorativos, y español en su
arquitectura, la colocación de la vivienda fuera del punto de fuga, lo que lo
convierte en un ejemplo único en España.
Aunque fuera de contexto, porque rompen
el eje de perspectiva principal, dos grandes coníferas llaman poderosamente la
atención, son dos ejemplares de secuoya roja, el árbol más grande
del mundo.
Me llama la atención
su limpieza, y su cuidado.
En la actualidad está ubicado el colegio de EE la Quinta
del el Pardo.
Su entrada es gratuita, las fuentes se ponen en
funcionamiento 11 a 13 y 16 a 17 horas.
Su visita merece la pena.
Entro y me recibe una gran fuente.
Seguiré abriendo puertas, nunca dejaré de abrirlas,
probarlas y puede ser que más de una vez, como Alicia, me preguntaré como
saldré de allí.
El 2023 será un año de sorpresas, de riesgos y de puertas grandes, pequeñas, con mirillas, tentadoras, con sombras,luces….