viernes, 21 de febrero de 2020

QUINTA DE LOS MOLINOS 2020







    HAY UN MADRID DONDE LAS ABEJAS PUEDEN OÍRSE

UBICACIÓN

El Parque de la Quinta de los Molinos se encuentra en el barrio de Salvador . Es considerado un parque histórico por el plan General de Ordenación Urbana de Madrid 1997.​ Está delimitado por la calle Alcalá, la calle Miami, la calle de Juan Ignacio Luca de Tena y la avenida del Veinticinco de Septiembre.
Frente a la puerta del parque está la estación de metro de Suanzes, correspondiente a la linea 5. Y por la calle Alcalá pasan las líneas 77 y 104 de autobuses; y en la de Juan Ignacio Luca de Tena las líneas 114 y 146, si se prefiere utilizar los accesos de zona norte .




Entramos. A la izquierda nos llama su atención la parra.Hay una  a la entrada de  casi todos los parques.Empezamos a disfrutar del silencio.
Estilo prerracionalista.
HISTORIA
Los orígenes de La Quinta de los Molinos se remontan a los años veinte del siglo pasado. El núcleo originario de la finca fue el entorno del palacete y la zona situada al norte del camino de Trancos o de la Quinta. El resto de la finca es el resultado de varias adquisiciones que realizó el Sr. César Cort hasta los años setenta. Hacia 1925 se inició la construcción del Palacete, posteriormente se edificó la Casa del Reloj. Ambas construcciones están orientadas al Sur, hacia la vaguada del arroyo de los Trancos, que dispone de una plantación importante de frondosas en el seno de la cual se construyó el lago y el jardín. En los alrededores de la Casa del Reloj se distribuyeron parcelas escalonadas de huertas o de producción de flores, y en el entorno del palacete otra serie de parcelas dedicadas unas a producción y otras a jardín ornamental, rodeadas por muretes y escaleras que separan las distintas zonas.
Uno de los últimos elementos construidos en el entorno del palacete fue la pista de tenis, para lo cual fueron necesarios grandes movimientos de tierras, ya que se encuentra encajada en el sentido de la pendiente longitudinal del terreno. Esta situación topográfica permitió rodear el campo con sendas terrazas del césped, a modo de gradas para espectadores y construir un muro de contención en forma de arco en el extremo norte del mismo.



Un seminario

La pista de tenis

El agua empleada para regar la finca procedía en el inicio de pozos y manantiales descubiertos a lo largo del proceso de formación de la Quinta, lo que dio lugar a la construcción de numerosas albercas y balsas para almacenamiento y distribución, y de fuentes que cumplían una doble función decorativa y de abastecimiento. De este modo se fue creando un complejo sistema de circulación de agua en toda la parte norte de la Quinta.
Cuando fueron adquiridas las parcelas situadas al sur del Arroyo de los Trancos, se elevó un tramo del camino construyendo un puente sobre el Arroyo y se levantaron sendas tapias a ambos lados de dicho camino, ya que constituía una servidumbre de paso. Estas tapias de ladrillo contribuían en alto grado a la diferenciación entre el ambiente frondoso y sombrío de la cabecera del arroyo y el resto de la Quinta cubierta de almendrales. Recientemente estas tapias han sido demolidas.
La transformación de la mitad sur se realizó mediante una división en cuarteles de distintas variedades de almendros, y la creación de caminos y paseos cuyas directrices vienen dadas por el marco de plantación de los almendros. Todos los bordes de los caminos y paseos fueron plantados con coníferas y frondosas, con idea de proteger los cuarteles de almendros y de enmarcar estas vías de servicio. Los taludes laterales fueron marcados.

Las arquitecturas que acompañan al jardín, incluido la casa palacio, forman un conjunto único de la arquitectura prerracionalista madrileña de principios del siglo XX, sobre todo porque no existe en toda la ciudad un jardín tan extenso y tan bien conservado de aquel periodo.
Tras su fallecimiento en 1978 y permanecer durante un tiempo semi abandonado el parque fue cedido al ayuntamiento en 1980 cediendo tres cuartas partes de las 28,7 H.. de la propiedad original, permitiendo que en resto del parque se edificara viviendas de lujo.


















EL PARQUE
Con una extensión de 25 hectáreas el parque incluye grandes extensiones de arbolado, en el que podemos encontrar una gran cantidad de especies (olivos, pinos, eucaliptos), y un gran paseo con plátanos, aunque la estrella del parque son los almendros, que florecen en febrero y marzo, ofreciendo un fantástico espectáculo.
En la parte alta del extremo norte del parque se ha rehabilitado el palacete diseñado a comienzo del siglo XX donde hay un bar, cafetería, una escuela de hostelería y una zona para niños.Podemos destacar un estanque,un molino y un edificio conocido como la casa del Reloj.
Un camino pavimentado bordeado por grandes plátanos, lo atraviesa de sur a norte, desde la entrada principal en la calle Alcalá hasta el palacete.
LOS ALMENDROS YA ESTÁN EN FLOR.
Recomiendo su visita entre semana, el silencio y la naturaleza nos invaden... los fines de semana está excesivamente lleno y no se puede disfrutar.


Columna de un templo dedicado a una diosa.

Aqui murió Sr Cort su palacete era muy grande.Actualmente abandonado.


Palacete del Sr Cort estilo prerracionalista.Sin balcones.

Techo del centro de actividades y de la cafetería.En el palacete.




Salimos la mágica desaparece...
  
    




2 comentarios:

  1. Como siempre, Pilar trayéndonos a casa la cultura y rincones madrileños que, al menos yo, seguiría desconociendo si no llega a ser por esta iniciativa y ahora con el esplendor de los almendros!! Gracias de nuevo y que no decaiga

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