jueves, 14 de septiembre de 2017

CALLE TOLEDO...Y SU MEMORIA












Una forma de conocer nuestras calles es recorrerlas,   andando, desde el principio al final, eso igual que otras calles de Madrid , lo hice con la calle Toledo .


 Empieza en uno de los laterales de la Plaza Mayor llega a la Puerta de Toledo, y continua desde la Glorieta de Pirámides hasta el puente de Toledo, como curiosidad podemos decir que su longitud es un poco más de  un km.

pero  respira vida, antigüedad, silencio…..y en suma un poquito de nuestra historia.


Pero para disfrutar de ella hay que pasearla, buscarla, ver sus balcones ,sus tiendas centenarias con el sello de Mingote, sus iglesias y sus gentes, que te paran a decirte muy orgullosos que es su calle, la calle Toledo.


Pérez Galdós  en su obra Fortunata y Jacinta y  Ramón Mesoneros Romanos escribían y elogiaban esta calle.


Como curiosidad podemos destacar que la zona entre la puerta de Toledo y la glorieta de las Pirámides se llamó el paseo de los ocho hilos, por las ocho hileras de árboles que tenían en su origen.Actualmente existe una hilera de cedros del Himalaya.


Es una calle que respira vida por los cuatros costados.





































COLEGIO IMPERIAL


Los orígenes del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús se remontan a 1558, cuando el conde de Feria, a propuesta del padre Rivadeneyra, decidió fundar un colegio jesuita en Madrid.

El definitivo emplazamiento fue sobre un terreno en la calle Toledo, cedido a la Compañía por doña Leonor Mascareñas, dama de la emperatriz Isabel y de doña María de Portugal. En 1564 se construyó un primer edificio que empezó a funcionar en 1572 por orden de San Francisco de Borja, ofreciendo los estudios de gramática, retórica y teología.
No tardó el colegio en adquirir una relevante posición en el entorno de la Corte, siendo de gran importancia su relación con la Emperatriz doña María de Austria, hija de Carlos V . La Emperatriz, que tuvo una gran predilección por la Compañía, dejó parte de su fortuna para que el colegio fuera reconstruido de nueva planta. Así, tras fallecer en 1603,  el colegio fue vuelto a fundar con el nombre de Colegio Imperial, quedando doña María como patrona, dotadora y fundadora del mismo.
Tras este suceso, por tanto, se construye el edificio actual. Desde el punto de vista de su arquitectura, Pedro Sánchez siguió el modelo adoptado en la iglesia del Gesú de Roma, esto es, una planta de cruz latina de una sola nave, con capillas laterales, crucero y cúpula. En el exterior destaca su fachada monumental, labrada en granito, y que consta de un cuerpo central de cuatro columnas corintias, flanqueado por dos pilastras del mismo orden a cada lado.
Desde el punto de vista académico, el Colegio Imperial fue quizá la institución más relevante del Madrid del Antiguo Régimen, sobre todo a partir de 1627 con la fundación dentro del mismo de los Reales Estudios de San Isidro.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 la iglesia se transformó en colegiata, cambiando su advocación a San Isidro, y pasando a albergar desde ese momento los restos del Santo Patrón madrileño y su esposa, Santa María de la Cabeza, mientras que el colegio pasó a ser dirigido por maestros directamente nombrados por el rey.


BEATRIZ GALINDO
Salamanca-1465-Madrid 1535

FRANCISCO RAMINEZ
Madrid-1445-Málaga 1501



Fue una mujer singular para su tiempo, muy culta, que dominaba el latín, la gramática y otras disciplinas, y escribió poesía y otros textos, entre otras actividades. Sus dotes y formación la convirtieron en maestra y consejera de la reina Isabel la Católica. En 1495, cuando contaba unos veinte años de edad, se casó con Francisco Ramírez El Artillero, secretario del rey Fernando, y capitán de Artillería.

Solo siete años después don Francisco murió en la batalla de Lanjarón durante la toma de Granada.

Continuando los proyectos iniciados junto a su marido, en los comienzos del siglo XVI la joven viuda fundó los conventos de la Concepción Jerónima -en la calle del mismo nombre-  y el de la Concepción Francisca y el Hospital, en la calle de Toledo.









                      PEDRO BERRUGUETE
                       Palencia-1450-1503
                       Pintor español



Pedro Berruguete, fue uno de los más importantes pintores renacentistas.


Su formación fue en Italia, ya que de muy joven tuvo la oportunidad de viajar  allí, en donde comenzó a trabajar como mecenas del Duque de Urbino Federico de Montefeldro, motivo por el cual pudo sociabilizarse con artistas de lujo como lo han sido los artistas del Quattrocento.

Allí, Berruguete  aprendió importantes técnicas como lo son el dominio del espacio, anatomía, composición, variedad y naturalidad en los gestos, además de los elementos característicos arquitectónicos y decorativos propios del Renacimiento, los cuales demuestra al regresar a Castilla en 1483.
La virgen con el niño en un trono,que se encuentra en el museo de Historia de Madrid.
Es uno de los pocos tesoros  que han llegado del hospital de la Latina en la calle Toledo, en cuya capilla estuvo más de 400 años, desde 1500 aproximadamente hasta su demolición 1906



JERÓNIMO DE QUINTANA
Madrid 1576-Noviembre 1644
Historiador y clérigo español.

Quintana empleó unos diez años en la construcción de su enciclopedia sobre Madrid, concluida hacia 1627, costeada por la propia Villa y publicada en 1629, poniéndose a la venta en el Hospital de la Latina donde, como rector, residía este clérigo desde 1603 y donde falleció en otoño de 1644.

Se le considera uno de los primeros ,si no el primero, cronistas de Madrid.









TEATRO NOVEDADES


El teatro Novedades fue un teatro  de Madrid, conocido a causa de su incendio, en el que fallecieron 80 personas y más de 200 personas resultaron heridas. Tenía un aforo de alrededor de 1500 espectadores.
El solar, tras haber sido empleado para distintos fines, fue ocupado por un circo hacia 1856, que sería derribado al año siguiente para construir el teatro.​ Este fue inaugurado el 13 de septiembre[ ​ de 1857 en la madrileña calle de Toledo, número 83, y estaba construido en buena parte de madera. En la época existieron críticas contra la configuración de los pasillos y el decorado. A finales del siglo XX, en 1899, se introdujo un cine.​ En 1917 el arquitecto José Espelius colaboró en la reforma de la planta baja del teatro. El edificio fue pasto de las llamas y destruido el 23 de septiembre de 1928.


En el momento en que se inició el fuego se estaba representado la pieza El mejor del puerto.

Ante el escenario en llamas, el público entró en pánico y salió huyendo hacia la salida del Teatro. La estampida se había iniciado antes desde los palcos, por lo que el tapón humano se formó irremisiblemente al intentar salir los espectadores del patio de butacas. Buena parte de las víctimas lo fueron a causa de la estampida humana.


El elenco de actores sobrevivió al completo.