¿Quién se viene a la Plaza de la Paja?
La plaza de la Paja , es una de mis favoritas ,una plaza escondida en el Madrid más castizo,Madrid de los Austrias, será por sus dimensiones,pequeña, será por el silencio de las mañanas, o quizás porque en poco espacio tiene un jardín secreto, un palacio y una capilla sencilla por fuera y majestuosa por dentro. Todo gratuito.
Cerca de la bulliciosa Plaza Mayor nos traslada a otra dimensión de Madrid.
Lo que conocemos como Plaza Mayor fue una plazuela en los arrabales de la ciudad y la Plaza de la Paja era el núcleo de Madrid.
Su nombre se debe que hasta el siglo XV se vendía la paja para el mantenimiento de las mulas del capellán y cabildo de la capilla del Obispo.
Es un recinto irregular e inclinado y está definido por tres conjuntos de interés histórico artístico, tanto religioso como civiles.
Cabe destacar el lector en la Plaza de la Paja que desde 1998 ocupa un banco de la plaza,de tamaño natural, nos invita a acercarnos, lee un periódico y por su postura da la sensación que de un momento a otro va a pasar la hoja.El autor se utilizó a si mismo para la obra.Nos acercamos y vemos que lee "Entre todos rehabilitamos Madrid". Un enigmático aviso que nos hace reflexionar sobre nuestra ciudad.
Palacio de los Vargas del siglo XVI , en el siglo XIX fue uno de los teatro salones, trasformada en el siglo XX y hoy convertido en un colegio concertado.
LA CAPILLA DEL OBISPO
La capilla fue construida en el siglo XVI para albergar los restos de San Isidro, en el interior presenta un estilo transitorio entre gótico y renacimiento, uno de los pocos edificios de este estilo en Madrid.
Una monjas francesas son las que organizan los horarios ,que a veces no se cumplen, se puede ver por las mañanas jueves y viernes, aunque algunos jueves no la abren al público por sus oraciones.
Aparece adosada al complejo parroquial de San Andrés, los viernes la cierran por limpieza,aunque sin acceso desde la iglesia.
A la capilla se accede por un pequeño claustro formado por arcos de medio punto, cuyo aspecto actual corresponde a la reforma emprendida en el siglo XVIII.
JARDINES DEL PALACIO DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA
Este pequeño y mimado espacio verde fue un lujo de los poderosos residentes del palacio y ahora es una joya de Madrid. Se crea hacia 1750 y es uno de los pocos jardines nobiliarios que se conservan, fue reformado a principio del siglo XX y conserva la estructura original.
Cuenta con unos 800 metros cuadrados y trazado neoclásico,estructurado a partir de un parterre en crucero dibujado con setos bajos de boj.
Lo que podemos destacar su estructura colgante, pues está levantado sobre un terraplén artificial.
Es un lugar desconocido porque aparece encerrado entre altas tapias.
Dentro podemos disfrutar de un libro, de un improvisado concierto o simplemente del silencio....
https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/jardines-del-palacio-del-principe-de-anglona
https://www.madridhappypeople.com/ocio-madrid/plaza-de-la-paja/?location=&type=&item-tag=
PALACIO DE LOS LASSO
Lo mandó construir en el siglo XV Don Pedro de Castilla biznieto de Pedro I el Cruel y marido de Catalina Lasso de Mendoza. Contaba con mas de 5.500 metros cuadrados y mas de cien habitaciones y un elevadizo que unía los aposentos donde se alojaban los Reyes Católicos con la tribuna de la iglesia de San Andrés para que no tuvieran que salir a la calle para oír misa.
Este palacio albergó a personas ilustres, los Reyes Católicos,entre ellos, y fue aquí donde se albergaron en su primera visita oficial a Madrid.
También estuvo su hija Juana su marido y su nieto Carlos.
En 1611 pasó a los duques del Infantado, siendo derribado 1882. En su solar en Marques de Cubas, construyó edificios de viviendas.
También estuvo su hija Juana su marido y su nieto Carlos.
En 1611 pasó a los duques del Infantado, siendo derribado 1882. En su solar en Marques de Cubas, construyó edificios de viviendas.
https://madripedia.wikis.cc/wiki/Palacio_de_Lasso_de_Castillo
OBISPO GUTIERRE DE VARGAS CARVAJAL
Fue el segundo hijo de Francisco de Vargas y fue destinado a la carrera eclesiástica y por influencia de su padre a los 18 años fue nombrado obispo de Plasencia.
Era muy aficionado a la vida mundana y guerrera.
En 1551 es enviado por Carlos I al concilio de Trento donde conoce a los jesuitas y lee los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola lo que cambia radicalmente su vida.
Enfermó de gota y murió en abril de 1559 siendo trasladado a Madrid y enterrado en la capilla de Santa María y San Juan de Letrán que fundara su padre y terminó el mismo en 1535.Desde entonces llamada capilla del Obispo de Plasencia o simplemente Capilla del Obispo.
Una de las calles que desembocan en la Plaza de la Paja es la costanilla de San Andrés.
Del propio Clavijo se conoce muy poco, salvo que nació en Madrid en el seno de una familia noble, le gustaba la poesía y ostentaba el título de camarero real o mayor. Denotaba la absoluta confianza del rey castellano hacia él.
Cuentan que el rey Enrique III había recibido confusas noticias sobre las victorias del rey tártalo Tamorlán contra la cristiandad, entonces manda una primera embajada para verificar sus victorias.
Vuelve a mandar una segunda embajada compuesta por su noble camarero Ruy González de Clavijo junto con su guardia real Gómez de Salazar y un maestro de teología.
El propósito de la misión era provocar una pinza estratégica contra los turcos en dos frentes alejadisimos en un momento muy delicado.
Ya en la corte, que entonces se
encontraba en Alcalá de Henanes, González de Clavijo fue nombrado
Chambelán por el rey y siguió al servicio de la corona, aunque más tarde fijó
su residencia en Madrid donde murió . La casa de González
de Clavijo en Madrid se ubicaba cerca
de la Plaza de la Paja y con el tiempo pasaría a formar
parte de las posesiones de la familia Vargas; en la actualidad todavía lleva el
nombre de estos últimos.
El relato de los viajes de González de
Clavijo hasta Samarcanda entre los años
1403 y 1406, escrito por el propio viajero, embellecido con elementos
fantásticos producto de fantasías librescas provocadas por las lecturas de
otros libros de viajes, y recogido bajo el título de Embajada a Tamorlán, es una de las joyas
de la literatura medieval castellana, y es en muchos aspectos comparable al
célebre Libro de las Maravillas del italiano Marco Polo escrito casi un
siglo antes.
